Susurros de una dulce melodía,
Veo el instante en que se asoma el día.
Rebosante sonatas me inundan de alegría,
Las teclas cómplices enamoran y sobresaltan simpatía.
La calidez proviene de esa alquimia,
Mezcla de color, sangre y glosalía.
Redunda la sabia inexperta,
Quien tendrá acceso sutil hacia aquella puerta.
Alguna vez le pregunté a mi Señor,
¿Será verdad este sueño que despierta amor?
“La resolución es prueba de tu Fe,
Es hoy cuando tu debes creer”.
La noche cae y desvanece sin piedad el día.
Lloré observando mi alma vacía.
Ayer contemplaba aquella cariñosa y graciosa sonatina,
Y es hoy, cuando me arrepiento no haberte dicho... cuanto te quería.
Veo el instante en que se asoma el día.
Rebosante sonatas me inundan de alegría,
Las teclas cómplices enamoran y sobresaltan simpatía.
La calidez proviene de esa alquimia,
Mezcla de color, sangre y glosalía.
Redunda la sabia inexperta,
Quien tendrá acceso sutil hacia aquella puerta.
Alguna vez le pregunté a mi Señor,
¿Será verdad este sueño que despierta amor?
“La resolución es prueba de tu Fe,
Es hoy cuando tu debes creer”.
La noche cae y desvanece sin piedad el día.
Lloré observando mi alma vacía.
Ayer contemplaba aquella cariñosa y graciosa sonatina,
Y es hoy, cuando me arrepiento no haberte dicho... cuanto te quería.